miércoles, 2 de noviembre de 2011

Bosque mediterráneo


Bosque mediterráneo

Lo encontramos en las regiones de clima mediterráneo con veranos muy calurosos e inviernos templados, en las que la lluvia es de alrededor de 500 mm anuales y cae con gran irregularidad y torrencialmente.

Es típico de toda la franja que rodea al Mediterráneo y de algunos lugares de California y Africa del Sur. En la Península Ibérica ocupa amplias áreas, a veces mezclándose con el bosque caducifolio.
La importancia de la montaña en el paisaje andaluz favorece su acusada impronta forestal. Los bosques, matorrales y pastizales ocupan 4,5 millones de hectáreas, lo que supone el 51,3% del territorio de la comunidad autónoma. Dentro de esta superficie, 2,9 millones corresponden a terrenos arbolados, donde sobresalen las especies quercíneas (encinas, alcornoques, quejigos y robles), con 1,3 millones de hectáreas, y las distintas variedades de pinos, con 688.797.


Ciertamente, el espacio mediterráneo no evoca la presencia de vastas extensiones de bosques densos, pero el bosque desempeña una función ecológica de primer orden y desde tiempo inmemorial ha sido, en formas diversas, un elemento fundamental para la vida de sus habitantes. Se ha establecido una estrecha simbiosis entre el hombre y el bosque, unas veces estable, casi siempre desequilibrada y perjudicial para un bosque caracterizado por su fragilidad.



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